RAFAEL CASTILLEJO


Señoras y señores: Sean ustedes bienvenidos a mi "viejo desván". Puede que encuentren en él alguna cosa de la que un día se desprendieron y hoy les gustaría recuperar o, al menos, como es el caso, volver a ver.
Aquí no se compra ni se vende nada. Este lugar está pensado para descansar durante un buen rato de tanta vulgaridad y chabacanería como la que nos invade hoy en día.
Está dirigido a las personas que todavía se emocionan con las cosas sencillas. A los que vivieron en aquellos viejos cines de reestreno las más increíbles aventuras y las más bellas historias de amor.

A los que no tenían otra cosa que viejos tebeos, algún cuento y una antigua radio, y a los que recuerdan con cariño aquella canción que bailaron por primera vez con la chica de sus sueños.

Mi único mérito, si es que tengo alguno, es seleccionar y presentar todo aquello con el mejor gusto posible y el haber encontrado por el camino amigas y amigos que me fueron cediendo sus pequeños tesoros. Gracias a ellos por su colaboración y a ustedes por su visita.